Uñas únicas
Purpurinas, perlas, flores, brillantes, estrellas, figuras geométricas… todo vale en el Nail Art y por supuesto, todos los tonos. Esta moda que surgió en los años 80 en Nueva York, ha alcanzado su máxima expresión hoy en día, convirtiéndose en uno de los servicios más demandados en los centros de estética.
Para que los clientes se queden satisfechos es necesario contar con algunos productos imprescindibles como son los pinceles. Con ellos se pueden dibujar líneas, detalles y diseños por lo que son necesarios de diferentes grosores. Los punzones también es un básico y sirven para pintar puntos básicamente. Se necesitarán en diferentes acabados para poder hacerlos de tamaños distintos. Unas pinzas parecidas a las que se utilizan para depilar las cejas servirán para colocar piezas minúsculas en las uñas.
Unas esponjas pequeñas similares a las usadas a la hora de maquillar se utilizan para hacer degradados. Para ello es necesario impregnarlas de dos colores diferentes. Por supuesto, serán necesarios materiales de decoración de todo tipo, desde hexágonos a estrellas, pasando por florecillas. Todos estos tienen en común que provocan un efecto purpurina en las uñas muy especial. También serán necesarias piezas en relieve, papeles de transferencia para generar efectos metálicos de manera sencilla y esmaltes específicos y de calidad.